El alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, anunció en rueda de prensa tras reunirse con los clubes que la competición oficial vuelve esta semana, aunque las fases de retomada diseñadas por la alcaldía no son obligatorias: "Quien prefiera esperar un poco más, puede hacerlo", dijo, según recoge la Agência Brasil.
La decisión del regreso del fútbol fue tomada de forma mayoritaria por la federación regional de los clubes, pero no hubo consenso: el Fluminense y el Botafogo no querían regresar tan pronto y anunciaron que recurrirán a la Justicia.
Estos equipos consideran que el estado de Río de Janeiro, el segundo más afectado en Brasil por la pandemia, aún no está en condiciones de albergar partidos de fútbol.
Además, alegan que se verían perjudicados, dado que el Flamengo, quien desde el inicio está presionando por la vuelta de la competición, lleva semanas entrenando, aprovechando una interpretación dudosa de los decretos que impedían actividades deportivas.