Bajo el abrasador sol de la tarde, trabajadores del sector de la salud se reunieron en el corazón de la capital. En la céntrica Puerta del Sol y con casi dos metros de separación entre cada uno, los manifestantes, algunos ataviados con su uniforme, clamaron por el sistema sanitario. A través de las mascarillas, sus voces, al unísono, resonaban en la plaza, invadida por pancartas en las que se leían consignas como "Usamos nuestra piel como escudo", "Respeto y dignidad" o un simple y claro "Estoy agotado".
En frente de la sede del gobierno autonómico, los sanitarios exigieron más recursos, contratos dignos, jornadas de 35 horas semanales, refuerzo de la atención primaria y una sanidad pública, universal y de calidad. Peticiones también de la plataforma organizadora, que, junto a los asistentes, mostró su rechazo a los recortes, la precariedad y la mercantilización de las residencias.
Sobre el escenario montado en la Puerta de Sol, varios sanitarios contaron su experiencia en la lucha contra el coronavirus. Una batalla que vivieron con recursos insuficientes, material escaso y unas bolsas de personal poco transparentes.
"No somos números en gráficas, no rellenemos hojas de periódicos ni noticieros. Somos personas, hemos pasado pánico, hemos estado aterrados, hemos dejado aparcadas nuestras familias para poder atender a vuestras familias. Muchos de nosotros hemos perdido familiares y seres queridos", relataba Vicente, trabajador en un centro sanitario.
Los sanitarios también vertieron críticas sobre la gestión de las residencias en la Comunidad de Madrid. Es más, negaron que estén medicalizadas y sus trabajadores pidieron volver a depender de la Consejería de Sanidad.
Tras dos minutos de silencio por todas las víctimas de la enfermedad, la protesta se disolvió a ritmo de Los Miserables y Resistiré del Dúo Dinámico. No obstante, la comunidad sanitaria tiene otro día marcado en el calendario: el 2 de julio. Y es que si en esa fecha la Comunidad de Madrid no acepta el convenio colectivo para los médicos residentes (MIR) propuesto por Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), estos se irán a huelga indefinida. En este caso, el 13 de julio arrancaría el parón de los médicos en formación de la capital.