Cada año, en un tramo particular del río Támesis en Inglaterra se celebra una tradición que existe desde el siglo XII. Sobre la segunda semana de julio y durante cinco días tiene lugar el Swan Upping (levantamiento de los cisnes en español), protagonizado por la reina Isabel II.
Durante la celebración, una flota de botes de remo navegan por el Támesis, entre las ciudades de Sunbury y Abingdon, tripulados por los llamados Swan Uppers y guiados por la reina.
Cuando ven a una familia de cisnes, gritan "¡Todos arriba!" y levantan a las aves para supervisar su estado de salud.
Si bien cuando la tradición comenzó los cisnes solían comerse, actualmente la finalidad del viaje es la "conservación de la vida silvestre", según indica la propia realeza en su página oficial. Algunas aves pertenecen a asociaciones comerciales de la zona, como Vintners o Dyers, y están identificadas con números. La reina tiene los derechos reservados de todos los demás cisnes.
"En estos días no tiene nada que ver con comer cisne, se trata de conservación y educación", comentó el marcador de cisnes real David Barber a Reuters durante la última celebración, en julio de 2019.
Acerca del procedimiento, explicó que los 'levantadores' los sacan del agua y llevan a tierra, donde se los pesa, mide y revisa en búsqueda de lesiones. Según los números anuales, la cantidad de cisnes de la zona es más o menos la misma desde mediados del siglo XIX.
La antigua ceremonia se remonta al siglo XII cuando la Corona Inglesa se hizo dueña por primera vez de todos los cisnes del río Támesis. En ese entonces, las aves eran degustadas en los banquetes que consumían los miembros de la realeza.
Cancelado
Este año, el evento tenía fijada la fecha del 13 al 17 de julio, pero las complicaciones que trajo la pandemia de COVID-19 hizo que fuera cancelado.
Se trata de la primera vez en 900 años que la celebración es cancelada desde el siglo XII, aunque en 2012, como el caudal de río permanecía demasiado alto, debió cancelarse una parte del trayecto.