El 11 de mayo se supo de los primeros casos de muerte de elefantes, y para mediados de junio el número de animales muertos alcanzó casi 170.
"Al menos 350 elefantes han muerto, la escala es asombrosa. Botsuana es el hogar de un tercio de los elefantes africanos y el 10% de ellos habitan esta región, por lo que esto puede tener un impacto significativo en la población mundial" de estos animales, dijo McCann citado por la televisión Sky News.
Las imágenes hechas desde el aire muestran que los restos de casi el 70% de los elefantes muertos fueron encontrados en aguaderos.
Dado que todos los cadáveres se encontraron intactos, se descarta la caza furtiva. La investigación adicional reveló que el ántrax y el envenenamiento por parte de humanos tampoco son las causas de esas muertes.
McCann calificó la situación de "una extinción catastrófica" y pidió más investigación del asunto.
Residentes locales afirman haber visto a varios elefantes débiles, lo que significa que las muertes seguirán creciendo, añade la cadena.