Lukashenko afirma que la oposición tiene planes para derrocarlo

A tres semanas de las elecciones presidenciales, el actual mandatario de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó que las protestas observadas en el marco de la campaña electoral le recuerdan lo que pasó en 2010, cuando unos manifestantes intentaron invadir a la Casa del Gobierno, en Minsk.
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"Dado que la situación actual es un poco similar a aquella, esto sugiere que, de momento, esta opción de derrocar al Gobierno existente o desestabilizar la situación no ha perdido la relevancia", afirmó el jefe de Estado en un discurso a un grupo de militares durante un evento castrense.

De acuerdo con el presidente bielorruso, en el suceso del 2010, participaron cerca de "400 rebeldes agresivos", a quienes las fuerzas de seguridad ya conocían, además de otras 400 personas, quienes apoyaron la acción. Los demás eran unos espectadores "jovencitos" que necesitaron que sus madres fueran a buscarlos después de lo ocurrido, señaló.

Manifestaciones y arrestos

Una misión de la CEI participará en el monitoreo de las presidenciales bielorrusas
Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo en Bielorrusia el próximo 9 de agosto. El período de campaña electoral durará hasta el día anterior a la votación. 

Cinco personas se registraron como candidatas al puesto más alto de la política bielorrusa, incluido Lukashenko, quien ocupa la Presidencia desde 1994. El órgano electoral del país ha rechazado dos candidaturas: la de Valeri Tsepkalo y la de Víktor Babariko. Sin embargo, estos políticos y sus partidarios han apelado la decisión ante la Corte Suprema del país.

Lukashenko afirma que la oposición tiene planes para derrocarlo

La campaña electoral en Bielorrusia es acompañada por numerosas manifestaciones de protesta, en el marco de las cuales, diversos políticos y activistas de la oposición han sido arrestados.

Rumores sobre Lukashenko

Los últimos días se han compartido en las redes sociales bielorrusas supuestos reportes acerca de la salud de Lukashenko. Según las informaciones, el político de 65 años ha sido hospitalizado recientemente, a raíz de una crisis hipertensiva, tras un encuentro con el primer ministro de Rusia, Mijaíl Mishustin. 

Natalia Eismont, portavoz de la Presidencia bielorrusa, negó los rumores acerca del estado de salud del mandatario.

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