"La pandemia de coronavirus ha causado la mayor disrupción que ha sufrido nunca la educación. A mediados de julio las escuelas permanecían cerradas en más de 160 países, algo que afecta a más de 1.000 millones de estudiantes. Al menos 40 millones de niños de todo el mundo han perdido tiempo de enseñanza en su primer año de educación preescolar, un año fundamental", señaló Guterres en un vídeo.
El titular de las Naciones Unidas hizo hincapié en el impacto del COVID-19 sobre los grupos más vulnerables.
Para Guterres, que presentará hoy un documento de políticas en el ámbito de la educación y una campaña llamada "Salvar Nuestro Futuro", es un momento decisivo, en el que el mundo se enfrenta a "una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas".
En este documento, el secretario general insta a reabrir las escuelas, priorizar la educación en las decisiones de financiación, dirigir la acción hacia aquellos a los que resulta más difícil llegar y construir hoy el futuro de la educación.
"Tenemos una oportunidad generacional de reimaginar la educación y la enseñanza", remarcó Guterres.
En un mundo que enfrenta niveles insostenibles de desigualdad, la educación —el gran igualador, según el titular de la ONU— se necesita más que nunca.