Su masa corresponde aproximadamente a unas 25 de la Tierra. Y tiene una densidad de 95% que cae en el núcleo y el 5% en la atmósfera.
El descubrimiento, publicado en el portal Cornell University, sugiere que este planeta obligará a los investigadores a revisar la teoría de la formación de los planetas, ya que observaron que las propiedades son compatibles con un núcleo rocoso envuelto por una fina atmósfera de hidrógeno y helio.
Según los investigadores el planeta K2-25b se asemeja al tamaño de Neptuno.