El desarrollo de la energía renovable es imparable y cada vez a mayor escala. El 27 de julio, sobre las aguas del embalse de Sierra Brava, echó a andar un proyecto que, además, incorpora innovación: láminas fotovoltaicas sobre el agua.
Esta tecnología flotante, que utilizan en primer término las comunidades de regantes, abarata la producción de energía eléctrica en comparación con los paneles solares al uso sobre tierra firme, pues disponen de un poder de refrigeración mayor.
El proyecto, en números
La instalación consta de 3.000 placas solares de distintos tipos. Están distribuidas en cinco estructuras flotantes, cada una con una orientación e inclinación distintas con el fin de analizar su rendimiento productivo y su mantenimiento.
Extremadura, a la vanguardia
La región de Extremadura, agreste y poco industrializada, puede convertirse en uno de los puntos geográficos de referencia en la producción de energías limpias. Su presidente, Guillermo Fernández Vara, opina que la planta solar flotante del embalse de Sierra Brava puede marcar la evolución del territorio.
"No ha habido ninguna revolución a lo largo de la historia en la que Extremadura haya contado con mejores posibilidades que las que tiene ahora", declaró Fernández Vara durante el acto de inauguración. Con estas palabras aludía al hecho de que la región es la tercera de España en cuanto a energía solar instalada. La inversión total en esta comunidad autónoma supera los 700 millones de euros. Otros 113 proyectos de energías renovables, que en conjunto podrán desplegar una potencia de 5.800 megavatios, se hallan en su fase de tramitación.
Una tecnología armada de razones
Las instalaciones fotovoltaicas flotantes deben también su auge al hecho de que se complementan bien en territorios donde los terrenos aptos para la implantación de parques solares escasean o están dedicados a la explotación agrícola.
El presidente de la compañía Acciona, José Manuel Entrecanales, se muestra convencido de que esta tecnología "puede ayudar a resolver el gran problema del cambio climático" y considera "imprescindible" invertir en tecnologías que, lejos de quedar obsoletas, "serán la vanguardia".