Bielorrusia vive jornadas de manifestaciones a favor y en contra del Gobierno actual desde que el 9 de agosto el presidente, Alexandr Lukashenko, volviese a ganar las elecciones presidenciales con más de 80% de los votos.
El mandatario aseguró haber visto signos de un supuesto "apoyo militar" a los manifestantes por parte de los Estados que forman parte de la OTAN.
A la vez que transcurre la manifestación de los partidarios de Lukashenko, algunas calles de la capital bielorrusa se han llenado con los que protestan contra él.
Luego las fuerzas de seguridad dejaron de usar la fuerza para dispersar las manifestaciones, pero las protestas continuaron en las calles y también trascendieron a algunas de las cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.