"Fue una operación conjunta de los servicios secretos de Ucrania y EEUU. Hoy lo sabemos con certeza", dijo Putin a la cadena Rossiya 1.
El líder ruso señaló que a esas personas se les tendió una trampa para que viajaran a Bielorrusia y fueran acusadas de desestabilizar la situación durante la campaña electoral.
A finales de julio, las autoridades bielorrusas anunciaron la detención de 33 nacionales rusos en las afueras de Minsk, mientras una persona más fue localizada y detenida en el sur del país.
Según el secretario de Estado del Consejo de Seguridad bielorruso, Andréi Ravkov, los rusos detenidos pertenecen a "la empresa militar privada Wagner".
El Kremlin negó las acusaciones de que Rusia envía a Bielorrusia grupos de "mercenarios" para desestabilizar la situación en el país vecino.
El 14 de agosto treinta y dos de los 33 rusos detenidos en Bielorrusia regresaron a Rusia.