"El municipio queda confinado, se suspende la actividad educativa presencial y se cierran centros de tercera edad, gimnasios y restauración", informó el Gobierno de la Comunidad Valenciana en un comunicado.
Así lo decidieron las autoridades de Valencia tras detectar un aumento de la propagación del virus en la localidad, donde en una semana se pasó de una incidencia acumulada de 34 casos por 100.000 habitantes a una de 994.
En concreto, tras realizar pruebas PCR a cerca de 200 vecinos de la localidad, se detectaron más de 50 casos, alrededor del 25% del total.
El gran número de casos diagnosticados en los últimos días generó un descontrol de los contagios y provocó la pérdida de trazabilidad del virus en el pueblo.
La consejera de Sanidad de la región, Ana Barceló, justificó en rueda de prensa que existe una "transmisión comunitaria sostenida" en Benigànim por lo que es necesaria "la adopción de medidas temporales, con el objetivo de frenar y paliar el riesgo de contagio".
"El incremento de casos de los últimos siete días evidencia una importante propagación del virus", afirmó Barceló, que calificó la decisión de confinar el municipio de "difícil, pero necesaria".
Se suspende además la vuelta al colegio en septiembre, quedan cerrados locales de ocio, restauración y centros de deportes, y se cancelan todos los espectáculos con público y celebraciones, como bodas y bautizos.
El confinamiento de pueblos o determinadas zonas con una situación epidemiológica complicada es una medida que ya adoptaron varias regiones españolas ante el repunte de casos de COVID-19 en las últimas semanas.