En un comunicado, el Banco Central justificó la decisión porque desde el inicio de la pandemia "se observó un aumento del uso del dinero en metálico" y porque los brasileños lo están acumulando más; además las ayudas que da mensualmente el Gobierno a las familias más pobres durante esos meses también aumentó notablemente la demanda de dinero.
El nuevo billete es más pequeño que el de 100 reales, tiene un tono grisáceo y está ilustrado con un aguará guazú o lobo de crin, el mayor cánido de América del Sur.
Desde 1994, con la creación del real, todos los billetes brasileños representan diversos animales de la fauna nacional por un lado y la efigie de la República por el otro.
El nuevo papel empieza a circular este mismo 2 de septiembre, y la previsión es que se impriman 450 millones de billetes de 200 reales a lo largo de este año.