Los deportistas argentinos de alto rendimiento intentan concentrarse en sus entrenamientos al margen de la incertidumbre que hay en torno a sus competiciones. Es el caso del atleta Steven Williams, el único argentino en clasificar y en llegar a octavos de final en la categoría de Snowboard Cross en unos Juegos Olímpicos de Invierno. En concreto, los de Pyongyang de 2018.
De ascendencia galesa, Williams proviene de San Martín de los Andes, localidad argentina enclavada en la cordillera que le da nombre, en la provincia patagónica de Neuquén (suroeste). Allí comenzó a esquiar a muy temprana edad porque su padre, que falleció cuando él tenía 13 años, era director en la escuela de esquí.
Concentración pese a todo
Williams llegó a competir en marzo en la Copa del Mundo que acogió la ciudad suiza de Veysonnaz y completó así la temporada invernal antes de que la pandemia cerrara fronteras. Ahora se refugia en su ciudad natal para ejercitarse, aunque reconoce que el entrenamiento específico de gimnasio y pista se ha visto afectada. "Ahora es cuando más siento las limitaciones, pues en agosto y septiembre tenía una competencia programada en Chile que fue aplazada", admite.
Este joven de 32 años fue en tres ocasiones entre 2011 y 2015 campeón argentino de snowboard. En 2013 sumó una Copa de Europa, y tres años después se clasificó dos veces como uno de los diez mejores en la Copa del Mundo. "Trabajo con un entrenador de Italia para que esto no influya en los resultados, mientras solicito tablas nuevas", explica. "Han cambiado los reglamentos diferentes sobre las ceras que usamos, y en eso estamos trabajando, intentando apartar todas las trabas que van surgiendo para seguir adelante y ser mejores".
Williams se encuentra ahora enfrascado en el trámite de permisos y visados que necesita para viajar al exterior con la expectativa de competir en el XIV Campeonato Mundial de Snowboard que se celebrará en febrero en China. "Espero poder partir para Europa a más tardar en noviembre para estar en las pistas entrenando de cara a las competencias en diciembre, ya que todas las Copas del Mundo desde entonces son clasificatorias a los JJOO de Beijing de 2022", aclara.
Atletas en aprietos
La nadadora Delfina Pignatiello, integrante de la selección argentina de natación y una de las aspirantes a los Juegos Olímpicos de Tokio, advertía a comienzos de junio que llevaba once semanas sin entrenar y que podría llegar a ausentarse de la contienda, e incluso dejar de nadar.
El nadador de aguas abiertas Matías Ola, quien logró atravesar entre 2013 y 2015 los estrechos y canales que unen los cinco continentes sin la protección de un traje de neopreno, reconoce a Sputnik la dificultad ocasionada por el coronavirus en el mundo del deporte.
"No poder entrenar como corresponde puede influir mucha en la vida de un deportista", afirma. "Tengo la suerte de tener una casa con gimnasio y pileta para entrenarme, y he ofrecido mis instalaciones a deportistas de élite argentinos porque sé que no la pasaban bien en cuarentena sin poder entrenar y muchos anunciaban su retiro en el deporte", cuenta.
Ola no ha recibido ayuda de las autoridades, y tampoco la espera. "Sé que se intenta hacer mucho por los clubes de barrio, que les resulta difícil sostenerse debido a esta situación, pero aún así veo muy alejada la solución para que el deporte se reactive en Argentina", señala.
La paradoja es que aunque resulta difícil mantener un buen estado de ánimo, es justo el deporte "el te ayuda a mantenerte activo y vivo para seguir".