Con sede en la ciudad de Kilchberg, cerca de Zúrich (Suiza), la Casa del Chocolate de Lindt parece sacada de la película de Willy Wonka.
La fuente de chocolate en la entrada del museo es la más alta del mundo, tiene un total de 9,3 metros de altura. La pieza en forma de un batidor de mano hace circular 1.000 litros de chocolate líquido.
En el museo, además, los visitantes podrán conocer más sobre la historia de esta popular golosina, ver de cerca cómo se fabrica y degustar ilimitadamente los productos de la marca.
La entrada al museo cuesta 15 francos suizos, lo equivalente a unos 16,50 dólares.