Las cenizas se elevaron hasta una altura de 10 kilómetros, por lo que cientos de personas se han visto afectadas ya que estas cayeron en los techos de casas, autos y caminos.
No obstante, los agricultores fueron los más perjudicados, ya que sus cultivos están cubiertos con cenizas y es muy complejo limpiarlos, por eso esperan que pronto llueva. Además, no descartan pedir ayuda al Gobierno para que el sector agricultor no sea perjudicado por la actividad del volcán.
El 20 de septiembre, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE) ha anunciado que se están gestionando estrategias para darle solución a las localidades afectadas por la caída de ceniza.
El aeropuerto internacional de Guayaquil también tuvo que interrumpir su operación hasta nuevo aviso debido a las cenizas y la actividad volcánica.
El volcán Sangay se encuentra a unos 5.230 metros sobre el nivel del mar en una región despoblada de la provincia sureña amazónica de Morona Santiago y comenzó su nuevo período eruptivo en mayo del 2019.