"Creo que sería malo que Bielorrusia se incorpore a Rusia, debemos ser un Estado soberano", dijo a Sputnik Dilevski, el obrero de la Fábrica de Tractores de Minsk que lidera el comité de huelga de la empresa.
Dilevski, que lleva un tatuaje del símbolo de la anarquía en el brazo, fue arrestado el 24 de agosto de 2020 por organizar actos masivos sin autorización. Tras 25 días de encarcelamiento salió en libertad el 18 de septiembre.
"Intentar romper esos lazos sería como amputarse una pierna", enfatizó, agregando que "en la sociedad bielorrusa no hay ánimos antirrusos, solo cierta cautela".
Bielorrusia es escenario de protestas por los resultados de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, en las que que actual mandatario, Alexandr Lukashenko, revalidó un nuevo período.
La oposición, disconforme con el escrutinio, formó un Consejo de Coordinación para la transición del poder. Las autoridades abrieron un expediente penal contra este grupo por los llamamientos a derrocar al Gobierno e incitar al cambio violento del orden constitucional.
De los siete miembros de la cúpula de la organización solo la Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich permanece en libertad, mientras los demás están arrestados o se encuentran en el extranjero.