El hombre pensó que se trataba de un tiburón peregrino, que se caracteriza por su naturaleza gentil, pero una vez que lo ve en el agua se da cuenta de que no se trataba del tiburón que pensaban y volvió rápidamente hacia el barco.
"Esto fue una mala idea", gritó el hombre a su amigo. "Ese no es un tiburón peregrino, amigo".
Lo último que se ve en el vídeo de medio minuto es que el hombre que se sumergió intenta volver desesperadamente al barco. Con suerte pudo ponerse a salvo del tiburón que no era la especie amistosa que pensaba.