"El estado de salud del presidente sigue mejorando", dijo el galeno en una rueda de prensa.
El doctor Brian Garibaldi, quien también atiende al mandatario, aseguró que, si todo va de acuerdo con lo previsto, "el presidente podría ser dado de alta ya mañana".
Conley reconoció que el líder del país norteamericano tuvo fiebre el 2 de octubre y recibió oxígeno, además reveló que tanto ese día como el 3 de octubre hubo una disminución del nivel de saturación de oxígeno de su sangre.
"Hablé con el jefe de Gabinete de la Casa Blanca (Mark Meadows), hay buenas noticias: el presidente se siente muy bien. En realidad quiere volver (...) al trabajo", subrayó el funcionario.
A la pregunta de si se planeaba algún traspaso de poderes por parte de Trump, O'Brien respondió que era algo que "no se estudia en estos momentos".
"El presidente se siente bien, el Gobierno se siente bien y no quiero hablar de posibilidades hipotéticas. Tenemos planes para todos los casos", recalcó.
El 1 de octubre, Trump anunció que su esposa Melania y él habían dado positivo al test de COVID-19, luego de informar que una de sus más cercanas asesoras, Hope Hicks, se había contagiado del virus.
Desde el 2 de octubre el mandatario se encuentra hospitalizado en el Centro Médico Militar Walter Reed, en las afueras de Washington.