"La situación epidemiológica nos exige adoptar nuevas medidas para la protección de la salud en León y Palencia”, anunció en redes sociales Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León.
Las restricciones tomarán como base los parámetros de actuación establecidos por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 30 de septiembre ante el deterioro de la situación en Madrid.
Estos nuevos criterios obligan a actuar con medidas restrictivas en territorios donde haya una incidencia de contagios superior a los 500 casos por 100.000 habitantes, una tasa de positividad de al menos el 10% en las pruebas PCR o una ocupación del 35% de las camas UCI.
Es decir, los habitantes de León (125.000) y Palencia (79.000) no podrán abandonar su municipio de residencia salvo para trabajar y otros motivos de fuerza mayor, siempre que estos queden debidamente justificados.
Del mismo modo, se limita la actividad de locales comerciales o establecimientos hosteleros, donde no se podrá superar el aforo del 50%, quedando prohibido el consumo en barra.
Castilla y León, región limítrofe con Madrid, ya aplicaba en las últimas semanas restricciones en algunos de sus municipios más importantes, como Valladolid (300.000), Burgos (175.000) o Salamanca (144.000), aunque en estas zonas todavía no hay límites a la movilidad.