"Llamamos la atención de nuestros socios sobre la creciente actividad militar de la OTAN que nos preocupa, en las inmediaciones de las fronteras rusas y subrayamos que no vemos en esta parte de Europa, como en la propia Europa, problemas que requieran una solución militar", dijo Lavrov a la prensa, al reunirse con Kofod en la capital rusa.
Reiteró que Moscú "se opone a una confrontación".
En este contexto, recordó a su homólogo que Rusia está esperando una respuesta de Dinamarca sobre un acuerdo destinado a evitar incidentes no premeditados en el aire y en el mar.
Lavrov señaló que este documento, propuesto por Moscú a Copenhague hace mucho tiempo, contribuirá a "fomentar la confianza entre nuestros Estados".
Además, el canciller declaró que la próxima sesión del Consejo Intergubernamental de los dos países "debería celebrarse en Copenhague", tan pronto como la situación epidemiológica lo permita.
Según él, la sesión "será útil para desarrollar pasos prácticos encaminados a restablecer la tendencia positiva en el comercio" bilateral.