Los pilotos del An-124 practicaron despegues y aterrizajes en condiciones meteorológicas adversas. En particular, ensayaron una aproximación frustrada, maniobra que se realiza cuando no se puede efectuar un aterrizaje en condiciones seguras por cualquier motivo. En este caso, la aeronave vuelve a ganar altura para realizar un segundo intento de aproximación al mismo aeropuerto.