Operarios de la compañía Ferrovial subcontratados por el consistorio han desmontado en la plaza de Chamberí la placa que homenajea al exministro de Trabajo, exsecretario general de la UGT y presidente del Consejo de Ministros durante la II República.
Se da la circunstancia de que la fecha elegida, 15 de octubre, marca el 151 aniversario del nacimiento del político socialista. Colocada en 1981 en uno de los muros exteriores de su casa natal, su desmontaje ha tenido lugar apenas pasadas dos semanas de que el Pleno Municipal aprobase la retirada de monumentos y nombres de calles en honor a Largo Caballero y a su coetáneo y correligionario Indalecio Prieto.
Tras aprobarse la medida en el Pleno, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, había declarado que los cambios en el callejero y la retirada de estatuas debían ajustarse a una tramitación administrativa, aunque su equipo gestor prefirió en un principio proceder a la retirada de estos símbolos sin un informe histórico previo.
Ataques previos a los monumentos
La retirada de la placa conmemorativa de Largo Caballero acontece apenas tres días después de que su escultura y la del también dirigente socialista Indalecio Previo fueran objeto de ataques vandálicos en su actual emplazamiento, en Nuevos Ministerios.
A través de su cuenta oficial en la red Twitter, el partido promotor de la iniciativa de la retirada de la placa, Vox, comentó las pintadas de "asesinos" y "rojos no" con las que amanecieron los monumentos con un escueto "Primer aviso", lo cual cabe entenderse como una especie de reivindicación y exhortación ―sino amenaza― para que el Gobierno central derogue la Ley de Memoria Histórica.
La placa en cuestión fue colocada bajo el acuerdo de todos los grupos políticos municipales de la época (PSOE, UCD y PCE) y fue obra del escultor José Noja. Durante los sucesivos gobiernos del PP en Madrid, entre 1991 y 2015, la presencia de homenajes en el callejero capitalino a los citados dirigentes socialistas no supuso ningún problema. Es más, algunos fueron aprobados bajo su mandato.
Los argumentos sobre los que Vox basó su iniciativa y que finalmente contaron con la aprobación del equipo regidor de la capital, han sido recientemente rechazados por más de 200 historiadores e hispanistas, desde Julián Casanova y Ángel Viñas a Paul Preston. Sostienen que tal argumentario está basado en "clichés de la propaganda franquista".