El Gobierno mexicano prevé tomar agua de las presas internacionales de la Amistad y Falcón, con las cuales se abastece a 1,2 millones de habitantes de los estados de Coahuila y Tamaulipas, para cubrir la entrega pendiente.
El Tratado de Aguas establece que México debe entregar cada cinco años unos 2.160 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos por los ríos que ambas naciones comparten (Bravo y Colorado). A cambio, los mexicanos reciben casi cuatro veces más líquido: 9.250 millones de metros cúbicos.
Por ello, las autoridades mexicanas han llamado constantemente la atención sobre la importancia de cumplir en tiempo y forma con la entrega. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha afirmado que los gobiernos locales, estatales y federal deben cooperar para dar el agua a Estados Unidos.
Grupos de agricultores han protagonizado varias protestas en la presa de La Boquilla, la más grande de Chihuahua, en las últimas semanas. En una de las más concurridas se presentaron altercados que provocaron la muerte de una manifestante en un choque con elementos de la Guardia Nacional.
Ante las protestas, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusó que el conflicto ha servido a varios políticos locales para posicionarse de cara a las elecciones intermedias de 2021. A su vez, el gobernador chihuahuense, Javier Corral, cargó contra el Gobierno federal al considerar que su retiro de una mesa de seguridad formada por ambas partes para atajar el crimen organizado se debió al desacuerdo de López Obrador con la postura de su entidad sobre el tema del agua.