Entre los afectados hay un policía, que resultó gravemente herido, mientras que uno de los fallecidos es uno de los terroristas. Entre los objetivos del ataque estuvo no solo la sinagoga, sino un restaurante y un centro judío, además de otras tres locaciones.
Durante el tiroteo, unos de los atacantes se inmoló con su cinturón explosivo, mientras que el segundo fue detenido tras una operación policial a gran escala en la capital austríaca.
Algunos medios han informado sobre la toma de rehenes en uno de los restaurantes de Viena, una información que no ha sido confirmada por las autoridades. Según el ministro de Asuntos Interiores de Austria, Karl Nehammer, el ataque sigue en curso, por lo que se insta a los ciudadanos a que permanezcan en sus domicilios.