El acuerdo firmado por el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, con los presidentes de Azerbaiyán y Rusia, Ilham Aliyev y Vladímir Putin, prevé que Azerbaiyán obtenga el control del territorio disputado desde el 10 de noviembre.
En esa misma fecha, miles de armenios se indignaron y salieron a las calles para exigir la renuncia del primer ministro y rechazar el acuerdo firmado. Los residentes armenios de Nagorno Karabaj desmontaron y quemaron sus hogares antes de abandonarlos en masa porque esas tierras serán transferidas.