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El Ejército de Etiopía lanza una ofensiva final contra el baluarte de los rebeldes en Tigray

MOSCÚ (Sputnik) — El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, anunció el comienzo de una ofensiva final contra Mekele, capital de la rebelde región de Tigray y baluarte del Frente de Liberación Popular (FLPT), al que calificó de "camarilla criminal".
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"La última puerta pacífica que quedaba abierta para la camarilla del FLPT se ha cerrado con firmeza ahora debido al desprecio del FLPT por el pueblo de Etiopía", declaró Ahmed después de que expirara el ultimátum de 72 horas presentado a las fuerzas rebeldes de Tigray para la rendición.

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Al mismo tiempo, el primer ministro afirmó que "miles de miembros de la milicia de Tigray y de las fuerzas especiales, que se han dado cuenta de la naturaleza destructiva del FLP, han aprovechado la puertas de la paz y se han rendido".

Ahmed aseguró que ante la ofensiva final hacia la capital de Tigray, Mekele, las tropas federales procurarán proteger del daño a civiles inocentes.

"Se harán todos los esfuerzos posibles para garantizar que la ciudad de Mekele, construida gracias al arduo trabajo de nuestra gente, no sufra daños graves. Se tomarán todas las precauciones para asegurar que los sitios del patrimonio, los lugares de culto, las instalaciones públicas, las instituciones de desarrollo y las áreas residenciales no sean objetivos", prometió.

El primer ministro etíope, ganador del Premio Nobel de la Paz 2019, instó a la población de Mekele a "desarmarse, permanecer en casa y alejarse de objetivos militares".

En las fases anteriores de la ofensiva, las fuerzas federales tomaron bajo control las ciudades de Axum, Adua e Idaga Hamus en Tigray.

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El pasado 4 de noviembre las autoridades de Etiopía lanzaron una operación militar en Tigray tras acusar al FLPT, el partido gobernante en la región, de haber atacado dos bases del ejército federal. El FLPT negó el ataque y acusó a Adís Abeba de fabricar un pretexto para la intervención militar.

Las autoridades centrales decretaron el estado de emergencia en Tigray, por un plazo de seis meses, y establecieron un gobierno interino, con un jefe nombrado desde Adís Abeba. El nuevo Ejecutivo sustituyó al gobierno regional, salido de las elecciones de septiembre pasado que, según Adís Abeba, fueron ilegítimas porque los comicios en el resto de Etiopía fueron aplazados debido a la pandemia de coronavirus.

El conflicto de Tigray ya provocó la huida de decenas de miles de civiles hacia el vecino Sudán.

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