"Vemos en esta declaración un intento de torpedear los esfuerzos para una solución política del problema de Transnistria", dijo en una rueda de prensa la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova.
La diplomática resaltó que el contingente ruso es parte de las fuerzas de paz conjuntas y que, gracias a su presencia en la región, "se preserva la estabilidad desde hace 25 años, no se derrama la sangre ni se escuchan los disparos".
Chisinau respondió con el envío de tropas al territorio rebelde, lo que dio origen a un conflicto armado que se prolongó por varios meses.
Actualmente Transnistria representa un territorio fuera del control de Chisinau, con todos los atributos de un Estado, incluida una moneda propia.
El mantenimiento de la paz en la zona del conflicto corre a cargo de un contingente mixto de Rusia, Moldavia y Transnistria. Esta última insiste en obtener independencia, pero Moldavia se la niega, ofreciendo a cambio una amplia autonomía.