"Discutimos la producción con Egipto, sostenemos conversaciones al respecto con Nigeria", dijo Dmítriev en una presentación de Sputnik V ante las Naciones Unidas.
Según el jefe de RDIF, la colaboración con los países africanos en cuanto a los suministros y la fabricación de la vacuna es uno de los ámbitos prioritarios.
El pasado 11 de agosto Rusia registró la primera vacuna contra el COVID-19, llamada Sputnik V y desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya. El fármaco se produce en cooperación con el RDIF.
La vacuna consta de dos componentes: el primero se basa en el adenovirus humano tipo 26, y el segundo, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5. El medicamento se administra dos veces, en un intervalo de 21 días.
Los datos de la fase 3 de su ensayo clínico muestran una eficacia de más del 95% contra el COVID-19.