Pese a atravesar una de las turbulencias políticas más grandes de su historia, Perú fue respaldado por el mercado: logró colocar deuda por 4.000 millones de dólares a una tasa menor al 4% anual. Lo hizo a través de tres bonos a 12 años, 40 años y 100 años, un mecanismo de endeudamiento que da fondos a los Estados para que puedan realizar determinados emprendimientos. En el caso peruano, el objetivo es reactivar la economía, que ha sido una de las más golpeadas por la pandemia en Latinoamérica.
El éxito en la colocación de deuda se dio en un contexto de turbulencias políticas: hubo tres presidentes en ocho días y protestas en todo el país que fueron fuertemente reprimidas, dejando dos muertos. La asunción de Francisco Sagasti Hochlausler como presidente el 17 de noviembre, trajo algo de calma luego de la destitución de Martín Vizcarra el 9 de noviembre, y de la renuncia de Manuel Merino, quien estuvo en el mando entre el 10 y el 15 de noviembre designado por el Congreso.
Consultado por Sputnik, Ugarteche, profesor e investigador peruano del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló las dos principales razones por las que fue posible que Perú emitiera los bonos:
Por estos motivos, Ugarteche asegura que no hay riesgo en la emisión. "Y esa recaudación es la inyección fiscal para reactivar la economía que se ha caído casi 13% en 2020", agregó. Los pronósticos del Banco Mundial para Perú en 2021 son optimistas, prevé que haya un aumento en su tasa anual de hasta el 7,6%.
En el mundo, la venta de bonos por más de un siglo no se da de forma asidua. Actualmente, solo México, Bélgica, Irlanda, China, Dinamarca y Suecia han logrado endeudarse por tan largo plazo.