El importante proyecto ferroviario afgano-iraní, que une a las ciudades de Herat (Afganistán) y Khaf (Irán), quedó oficialmente inaugurado este jueves 10. Durante la ceremonia de apertura participaron virtualmente, debido a la pandemia del COVID-19, el presidente Afgano, Ashraf Ghani, y su par iraní, Hassan Rohaní.
El proyecto debió haberse terminado en 2007, pero varios factores lo demoraron, entre ellas la invasión estadounidense a Afganistán a partir de 2001.
En rediseño permanente
"El diseño para Medio Oriente de Donald Trump va a tener algunas modificaciones que por supuesto no se tratan de un cambio completo estructural", dijo a Sputnik Gilberto Aranda, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
"EEUU tiene una visión hegemónica en esta parte del planeta y no la va a variar sustancialmente", sostuvo el experto ante el inminente cambio de administración en la principal potencia.
Aranda consideró que con el mandato de Joe Biden "habrá una forma distinta de relacionamiento con las partes con las potencias regionales, entre ellas Irán", porque "el estilo y la forma de comunicación de Trump, la importancia que le concede al país persa es muy diferente al estilo y relevancia que le concede la futura administración de Biden".
"Biden es un hombre con experiencia en asuntos internacionales, para América Latina ni hablar y también muy relevante en lo tocante a la zona de Medio Oriente. Lo que fue el Plan de Acción Integral Conjunto tiene una importante impronta de Biden", destacó Aranda, en referencia al pacto nuclear suscrito en 2015 por Teherán con Rusia, China, Reino Unido, Francia, Alemania y EEUU, bajo el Gobierno de Barack Obama con Biden como vicepresidente.
Era un mecanismo que limitaba su desarrollo nuclear al área civil. Como contraparte, Teherán consiguió el levantamiento de las sanciones aplicadas por la ONU lo cual le permitía, entre otras cosas, volver a comerciar el petróleo en los mercados globales.
"Fue una manera de tener bajo supervisión y control todo el desarrollo nuclear iraní, tenerlo adentro. Las medidas de Trump lo que hicieron fue sacarlo afuera", señaló el experto.
"Por supuesto ha emprendido Irán un camino no solo de enriquecimiento de uranio sino que básicamente avances hacia la energía nuclear para fines civiles, y bajo la manga siempre asoma el tema del arma nuclear", agregó.
Varios frentes
Los asesinatos selectivos de dos altos funcionarios del Gobierno iraní a principios y finales de 2020 forman parte de este intento por marginar y reducir su influencia en la región por parte de Washington.
Por ambos crímenes Teherán responsabilizó a EEUU y a Israel, países que bajo la administración Trump llevaron las relaciones bilaterales a niveles nunca antes alcanzados.
También se debe anotar otro hecho histórico: el establecimiento de relaciones diplomáticas impulsadas por EEUU entre Israel y estados musulmanes: Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Marruecos.
Ante esta reconfiguración, Aranda opinó que "los adversarios de toda esta alianza pro norteamericana son básicamente Irán", y "en forma no tan explícita, Turquía".
"Quien ha fortalecido el papel de Irán fue EEUU con sus campañas de intervención en Irak y sobre Afganistán (...) Lo que Teherán ha hecho en los últimos años ha sido fortalecer su posición en Siria, en el Líbano, en Yemen, pero además en Libia y Siria, que son parte también de quienes dictan las reglas del juego", sostuvo.
Aranda ponderó la reacción iraní en relación con los homicidios del general Qasem Soleimani a principios de año y de Mohsen Fajrizade —director de la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa— el 27 de noviembre.
"Ha ejercido una diplomacia de contención frente a la muerte de Solemani. Tuvo absolutamente una conducta contenida y eso hay que destacar. Ahora la pregunta es si va a ser hacer lo mismo respecto de Fajrizade, si efectivamente se contiene una vez más o pasará a la acción", reflexionó.
Esto podría implicar "acelerar su programa de energía nuclear en general, lo que tendrá que ser tomado muy en cuenta a la hora de retomar diálogos de los cuales Joe Biden es partidario", finalizó Aranda.