"Ahora, muchos años después, aparentemente sin tener en cuenta las leyes establecidas o las consecuencias para la innovación y la inversión, la agencia dice que se equivocó y quiere una nueva versión. Además de ser historia revisionista, simplemente no es así como se supone que funcionan las leyes antimonopolio", declaró la compañía.
"También castigaría a las empresas por proteger su inversión y tecnología de aquellos que se aprovechan gratis sin haber pagado por la innovación, lo que reduciría la probabilidad de que esas empresas a largo plazo pongan sus plataformas a disposición para estimular el crecimiento de nuevos productos y servicios", advirtió Facebook.
La compañía sostiene que se enfrenta a la competencia en todos los aspectos de su negocio, antes y después de las adquisiciones de Instagram y WhatsApp, y que sus clientes pueden en cualquier momento cambiarse a otro producto o servicio, y a veces ejercen este derecho. "Las demandas ignoran esta realidad", según Facebook.