La especialista sostiene que de todos los órganos de nuestro cuerpo, el cerebro es el más vulnerable a una mala nutrición y puede sufrir un daño significativo.
Afirma que una dieta con una gran cantidad de grasas saturadas de origen animal impacta de manera negativa a nuestro sistema cardiovascular y también puede provocar problemas cognitivos.
"Cuando consumimos alimentos grasos y dulces y experimentamos síntomas como debilidad, confusión mental y somnolencia, estos síntomas no ocurren en el estómago, sino en el cerebro", dijo la especialista, citada por el portal MedikForum.
Añade que estos efectos no pasan con el tiempo y pueden provocar daños estructurales a nuestro cerebro y hacerlo más propenso al envejecimiento y la demencia, advirtió Mosconi.
Para prevenir los efectos negativos, la experta recomendó añadir a la dieta alimentos ricos en antioxidantes, incluidas las vitaminas C y E, betacaroteno, ácidos grasos omega-3 y las vitamina B que tiene un efecto antiinflamatorio. Al mismo tiempo, notó que no existe un producto perfecto, o un superalimento que solucione todos los problemas con la salud y conserve la salud del cerebro.