Internacional

OIM: cierre de fronteras por COVID-19 aumenta el tráfico de personas en el mundo

MONTEVIDEO (Sputnik) — El cierre de fronteras que se ha dado en el mundo para evitar la expansión del COVID-19 ha generado un aumento del tráfico de personas y de la migración ilegal, dijo a Sputnik la jefa de la misión de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) en Uruguay, Tanja Pacífico.
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"Lo vemos en todo el mundo, con el cierre de fronteras aumenta el fenómeno del tráfico de personas; al no poder cruzar fronteras de forma regular, las personas pueden ponerse en situaciones de migración más riesgosas, van a tratar de cruzar la frontera en pasos irregulares y eso a veces apoyándose en redes de traficantes", dijo Pacifico a Sputnik.
La migración nunca paró en la pandemia, indicó.
Asimismo, la jefa de la OIM en Uruguay añadió que la organización constató un aumento de la trata de personas y la explotación laboral en la región de las Américas y en todo el mundo, debido a que creció el nivel de vulnerabilidad de los migrantes, dado que muchos se quedaron sin trabajo.
Las oscuras cifras de la trata de personas
Sin embargo, Pacífico aclaró que la trata y la explotación laboral son fenómenos complejos de contabilizar, porque son ocultos, pero lo que sí puede afirmar la OIM es que los casos aumentaron en los últimos meses.
En algunos países incluso se ha dejado de atender estas temáticas porque en esta pandemia derivaron los recursos a otras áreas, algo que en Uruguay no sucedió, informó.
También se detectaron casos de trata y explotación sexual de ciudadanos uruguayos en el exterior, a través de Cancillería, contó.
"Sabemos que son muchos casos que no son detectados, pero sí vemos cómo aumentan las personas que se acercan a la organización buscando ayuda", indicó Pacífico.

Flujos inversos

Pacífico explicó que durante la pandemia se dio en todo el mundo lo que se denomina "flujos inversos", es decir, que muchos migrantes al encontrarse en una situación muy compleja por el COVID-19, prefirieron volver a su país, donde por lo menos tenían una red de contención social, una familia.
Esto ocurrió, por ejemplo, en Colombia, donde muchos migrantes venezolanos decidieron retornar a su país al haber quedado sin empleo por la pandemia.
América Latina
Cuando volver a Venezuela es como salir del coma
Desde marzo, por la declaración de emergencia en Colombia por el COVID-19, el número de venezolanos radicados en ese país disminuyó 5,8%, lo que equivaldría a una baja promedio de 1,16% al mes, dijo el director general de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, según consigna un comunicado del organismo publicado el 30 de octubre.
Sin embargo, en septiembre la curva de salida de ciudadanos venezolanos hacia su país se estancó por la reactivación económica en Colombia, agregó migración.
En septiembre, un poco más de 7.000 venezolanos abandonaron Colombia con destino a su país.
De acuerdo con esta cifra, indicó Espinosa, el total de venezolanos radicados en Colombia en septiembre sería de un poco más de 1.715.000, cuando en diciembre de 2019 eran 1.771.000.
En Uruguay, contó Pacífico, las solicitudes de retorno aumentaron también porque hubo migrantes "que se quedaron en situación de calle o ya no veían la posibilidad de encontrar otro trabajo".
Con la pandemia, la OIM constató un empeoramiento en el bienestar y la situación en general de los migrantes en Uruguay.
"Personas que tenían trabajo, estaban bien integradas ya hace años y perdieron el empleo o cerró la tienda donde trabajaban, entonces quedaron en situación de calle", relató.
Debido a la pandemia, la OIM debió aumentar la ayuda psicológica a los migrantes en Uruguay e incorporar una psicóloga infantil, a través de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), debido a que "quizás relacionado con el estrés y la desesperación", la organización constató descuido y violencia a niños.
La pandemia continúa y las repercusiones negativas para los migrantes también, aunque se acerca 2021, donde la mayoría de los países esperan vacunar a su población contra el COVID-19, lo que bajaría la incidencia de la enfermedad en el mundo.
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