Los asistentes al concierto tuvieron que someterse a una prueba de antígenos antes de entrar en la sala con el objetivo de identificar casos de COVID-19.
Los voluntarios, cuyas pruebas eran negativas, pudieron gozar de la música en vivo, estando de pie o sentados en las mesas, que estaban separadas. En las mesas las mascarillas ya no eran obligatorias.
"Pensamos que es una buena oportunidad para demostrar que la cultura no es contagiosa y que se pueden hacer las cosas bien hechas y que se pueden hacer conciertos y actividades culturales sin ningún riesgo y haciendo las cosas con seguridad", explicó David López, uno de los voluntarios que asistieron al concierto.
"Con muchas ganas de concierto, estamos locos por poder volver a la actividad normal y poder ir a todos los conciertos posibles", agregó mientras hacía cola para entrar en la sala.
28 de octubre 2020, 08:59 GMT
El grupo deberá someterse a otra prueba el 20 de diciembre como parte del estudio. El ensayo clínico tiene como objetivo promover una organización segura de grandes eventos deportivos y de ocio, después de que la industria del entretenimiento se haya visto profundamente afectada por la pandemia.
El 11 de diciembre el sector de los eventos y espectáculos culturales salió a las calles de 19 ciudades de toda España en un simbólico y masivo funeral, con el objetivo de llamar la atención de las administraciones antes de que la pandemia aseste un golpe letal a su trabajo.