"Los representantes de Corea del Norte no solicitó en ningún momento la adquisición de la vacuna Sputnik V y no se firmó ningún contrato", dijo un portavoz del RDIF a Sputnik.
Este mismo 15 de diciembre, el periódico japonés Asahi afirmó que Pyongyang había adquirido, supuestamente, vacunas rusas contra el COVID-19.
Desde el RDIF, la entidad que comercializa la sustancia, enfatizaron que no hubo contactos con Corea del Norte sobre Sputnik V.
Anastasia Chernitskaya, portavoz de la Embajada de Rusia en Corea del Norte, indicó que los dos países exploran actualmente el posible uso de una vacuna contra el coronavirus, sin precisar la sustancia y es que la nación europea cuenta con dos vacunas registradas y una tercera en estado muy avanzado.
Al referirse a la información del diario japonés sobre la supuesta campaña de inmunización en Corea del Norte, la funcionaria la calificó de dudosa, ya que las fronteras siguen selladas por completo y es poco probable que entren vacunas de cualquier procedencia.
Una fuente diplomática en Moscú tampoco confirmó a Sputnik las afirmaciones del periódico japonés, calificándolas de incorrectas.
La vacuna del Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya se convirtió el 11 de agosto en la primera registrada en el mundo al recibir la aprobación del Ministerio de Salud de Rusia, lo que dejó la puerta abierta para iniciar la fase 3 del ensayo clínico con más de 40.000 voluntarios.
La inoculación, que se basa en el adenovirus humano tipo 26 y en el adenovirus humano recombinante del tipo 5, ha mostrado más de 95% de efectividad, según un análisis intermedio de los datos de la fase 3 en Rusia.
Las pruebas de Sputnik V también se llevan a cabo en Bielorrusia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, la India y Venezuela.
Hasta el momento, más de 50 países ya se han asegurado 1.200 millones de dosis de la vacuna de Gamaleya, según informes del RDIF.
La entidad escogió a laboratorios de Brasil, China, Corea del Sur, India y otros países para producir la vacuna.