El Fondo para el Medio Ambiente Mundial aprobó este 14 de diciembre millones de dólares para proyectos de restauración de paisajes y ecosistemas, y de conservación de la biodiversidad que beneficiarán a más de 439.000 personas, la mitad serán mujeres. Los Gobiernos de Brasil, Chile, México, Nicaragua y Venezuela aportarán 184 millones de dólares en cofinanciamiento e implementarán los proyectos con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Con énfasis puesto en los medios de producción, cada plan podrá implementar mercados más sustentables y resilientes, que a su vez resultan en la reducción de la pobreza y de la inseguridad alimentaria y nutricional.
"Estos proyectos contribuirán a avanzar en sistemas agroalimentarios más amigables con los ecosistemas, mejorando los medios de vida de miles de personas, bajo una perspectiva de igualdad de género y participación de comunidades indígenas", dijo Ignacia Holmes, oficial de Agricultura Sostenible y Resiliente de la FAO.
¿Cómo funcionan los proyectos sostenibles?
El proyecto en Brasil busca fortalecer el proceso de gestión participativa de los recursos naturales, conservar la biodiversidad, e incentivar la conservación de las reservas de carbono en las áreas húmedas del Amazonas.
El proyecto se implementará en tres Estados: Pará, Amapá y Amazonas. Se estima que sus acciones tendrán un impacto en cerca de 6.000 personas, y más de 18 millones de hectáreas. La iniciativa será coordinada por el Instituto de Desarrollo Sustentable de Mamirauá, y con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones y de la FAO.
En Chile, el proyecto beneficiará a 10.000 personas y tiene como objetivo restaurar paisajes ambientalmente vulnerables para favorecer la recuperación de la productividad de los sistemas silvoagropecuarios y sus entornos naturales, mediante el manejo sostenible. Será implementado por el Ministerio de Medio Ambiente de Chile, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la FAO, en cinco regiones: Coquimbo, Valparaíso, Libertador Bernardo O’Higgins, Maule y Biobío.
El proyecto de México buscará incorporar la conservación de la biodiversidad, la gestión integrada del paisaje y la conectividad de los ecosistemas en programas sociales, como Sembrando Vida. El proyecto también busca reconstruir mejor los sistemas agrícolas tras la pandemia de COVID-19.
La iniciativa se implementará en las localidades de Durango, Montes Azules y Huasteca, e impactaría a cerca de 371.000 personas, la mitad mujeres. Se implementará por la Comisión Nacional Forestal de México, la secretaría de Bienestar, la secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Instituto de Economía Social y la FAO.
Junto a los pueblos indígenas y comunidades locales, se buscará conservar la biodiversidad de importancia global y mejorar los servicios ecosistémicos en la Reserva Biológica Indio Maíz. El proyecto beneficiará a unas 5.000 personas en el departamento Río San Juan. "A través de un enfoque de paisaje, integrado, holístico y multisectorial", la iniciativa será implementada por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales de Nicaragua y la FAO.
El proyecto de Venezuela se ejecutará junto a productores de 12 municipios del eje cafetero y cacaotero en la región andina de Venezuela, para promover la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, detener y revertir la degradación de la tierra y la deforestación, y gestionar los bosques de manera sostenible.
El Fondo para el Medio Ambiente Mundial financiará un monto de 5,3 millones de dólares, y se espera que Venezuela aporte 45,6 millones al proyecto. Se proyectan beneficios para cerca de 47.000 personas, la mitad, mujeres. El proyecto será puesto en marcha por la FAO, y ejecutado por el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo.
La FAO ha apoyado a los gobiernos de 29 países de la región a diseñar e implementar 58 proyectos que han movilizado más 224 millones de dólares del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.