Durante su reunión virtual celebrada del 14 al 19 de diciembre, el organismo agregó tres elementos en la Lista de salvaguardia urgente del patrimonio cultural inmaterial. En particular, se trata del Barniz de Pasto Mopa-Mopa, una técnica artesanal prehispánica de San Juan de Pasto (en Colombia) usada para decorar objetos de madera con la resina de un arbusto silvestre llamado mopa-mopa.
"Es un vector de identidad que enorgullece a las comunidades interesadas, pero al verse en peligro por diversos factores se está descuidando y no se transmite como en tiempos pasados", subrayó la Unesco.
La música folclórica Aixan /gâna/ob #ans tsî //khasigu, del pueblo de nama (Namibia), caracterizada por su sonido y ritmo muy peculiares e interpretada con instrumentos tradicionales, también corre el riesgo de desaparecer.
"Apenas unas cuantas personas de edad avanzada poseen los conocimientos y la experiencia que se necesitan para interpretarla", declaró la organización.
La Unesco también agregó 29 elementos en la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. El chamamé, un estilo musical y danza popular originaria de la provincia argentina de Corrientes, fue uno de los bienes culturales latinoamericanos que formaron parte del listado.
El gobernador de la región, Gustavo Valdés, dio las gracias al organismo a través de su cuenta de Twitter.
"¡Gracias a la Unesco por elegir a nuestra música como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad!", señaló.
La bebida típica paraguaya tereré, junto a la hierba medicinal pohã ñana (con la que se prepara), también formaron parte de la lista. Estos han sido los primeros bienes culturales paraguayos en ingresar en la lista.
Una fiesta ecuestre española conocida como los Caballos del Vino y celebrada a principios de mayo en la localidad de Caravaca de la Cruz, en Murcia, también fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.
Esta curiosa festividad, organizada por el Bando de los Caballos del Vino, comprende varios eventos y espectáculos con caballos y atrae a la localidad a más de 100.000 visitantes de todos los rincones del mundo. "Esta fiesta valoriza la camaradería y la solidaridad, al conferir a sus participantes el sentimiento de pertenencia a un grupo socialmente cohesionado", se lee en el comunicado de la Unesco.
Entre los bienes inmateriales más curiosos también figuran las carreras de camellos, una popular atracción turística y un deporte muy importante en países como Emiratos Árabes Unidos y Omán.
También el arte marcial tradicional y sistema de ejercicios físicos denominado taichi, o taichi chuan, practicado a diario por millones de personas en los parques y las calles de las ciudades chinas.
Y la cultura de la sauna en Finlandia, a la que la Unesco calificó de "práctica tradicional indisociable de la vida de la mayoría de la población" del país.