El portavoz de la academia, el teniente coronel Christopher Ophardt, reveló que el examen en el que se produjo el fraude masivo tuvo lugar en mayo.
De los 73 cadetes sospechosos de fraude, solo uno era de segundo año, los demás correspondían al primer año.
"El código de honor de West Point y la naturaleza de su programa de desarrollo se mantienen indestructibles a pesar del aprendizaje remoto y los desafíos asociados a la pandemia. Los cadetes son castigados por haber violado ese código", dijo el teniente coronel.
Después de la investigación que llevó a cabo un comité de honor, dos cadetes fueron absueltos por falta de pruebas y cuatro estudiantes fueron expulsados.
Otros 58 cadetes fueron inscritos en un programa de rehabilitación semestral dedicado a temas de ética. Hasta el final de sus estudios ellos permanecerán en la academia en libertad condicional.
Los cadetes que no admitieron la cancelación de los resultados de la prueba, después de los procedimientos administrativos, se enfrentarán a la exclusión de la Academia.
Se observa que en mayo en West Point tuvo lugar uno de los escándalos de cancelación más grandes en varias décadas. En 1976, otros 153 graduados fueron expulsados de la academia tras cometer fraude en un examen de electromecánica.