A mediados de abril, tras comunicar su renuncia al título de Su Alteza Real, el Duque y la Duquesa de Sussex anunciaron su proyecto más personal, una fundación dedicada a la enseñanza y el bienestar, en la que, a través de ella, se destinarán fondos para ayudar a los grupos en riesgo de exclusión social. Con la pandemia, todo quedó paralizado hasta que finalmente en octubre pudieron lanzar su propia web.
El objetivo es construir cuatro centros de ayuda humanitaria en diferentes zonas del planeta. Dos de ellos estarán ubicados en la isla caribeña de Dominica y en Puerto Rico, y los otros dos lugares todavía no se han desvelado. Las estructuras serán permanentes, construidas para actuar como cocinas de rápida activación durante emergencias como desastres naturales, con la capacidad de hacer envíos a centros comunitarios, escuelas y clínicas.
"La salud de nuestras comunidades depende de nuestra capacidad para conectarnos con nuestra humanidad compartida", dijeron Meghan y Harry en una declaración enviada por correo electrónico. "Cuando pensamos en el Chef Jose Andrés y su increíble equipo de World Central Kitchen, nos recuerda que incluso durante un año de dificultades inimaginables, hay personas increíbles dispuestas para apoyarse mutuamente. World Central Kitchen nos inspira a través de la compasión en acción".
El Duque y la Duquesa no comentaron nada acerca de la cantidad de dinero que está costando su construcción. El coste de cada centro variará, pero Nate Mook, CEO de World Central Kitchen, estimó que cada instalación requeriría una inversión inicial de al menos 50.000 dólares para ponerse en marcha.
La pareja confirmó que trabajarán con Andrés para atraer más socios con el fin de construir más centros de ayuda comunitaria en todo el mundo, cuya apertura se estima para principios de 2021, al menos el de la isla de Dominica.