Los planes para crear un satélite de este tipo se anunciaron en una ceremonia de plantación de semillas, de las cuales deberían crecer árboles para la fabricación de la nave espacial, informa Nikkei Asia.
Además, cuando deja la órbita y comienza a caer a la Tierra, se quemará por completo en las densas capas de la atmósfera, sin emitir sustancias nocivas y sin contaminar la superficie del planeta con escombros.
Los creadores del proyecto esperan seguir desarrollando tecnologías para el uso de madera en condiciones extremas con el fin de reducir el costo de producción y minimizar el daño ambiental.
Y no es todo. Sumitomo Forestry sueña con construir un rascacielos de madera de 70 plantas en 2041.