La red, desmantelada por el FSB en cooperación con el Ministerio del Interior y la Guardia Nacional, se dedicaba a reparar las armas civiles para después revenderlas dentro y fuera de Rusia.
En la trama estaban implicados 28 individuos residentes en 13 regiones.
El arsenal de guerra confiscado incluye 123 armas de fuego, entre ellas 19 fusiles automáticos (particularmente, uno del modelo Val, usado por grupos de operaciones especiales), 24 subfusiles, 23 fusiles y carabinas, 57 pistolas y revólveres, 15 proyectiles de mortero, 12 granadas de mano, más de 9.000 cartuchos, siete kilos de pólvora, cuchillos, etcétera.
Una parte considerable de estas armas datan del período de la Segunda Guerra Mundial.