El mercado de mariscos de Huanan es conocido internacionalmente por ser el posible lugar de origen del primer brote de COVID-19. Un grupo de personas, que tenían en común su relación con el mercado, contrajeron la nueva enfermedad en diciembre de 2019.
Los residentes de Wuhan explicaron a Sputnik que ahora siempre llevan mascarillas y tienen miedo de resfriarse, a pesar de que la vida en la ciudad se ha normalizado desde hace mucho tiempo y no se han detectado nuevos casos de contagio desde mayo.
Wuhan registró el primer caso de infección por SARS-CoV-2 en diciembre de 2019. China puso en cuarentena a los 11 millones de habitantes de la localidad para detener la propagación de la nueva cepa de coronavirus. Las autoridades suspendieron la comunicación terrestre y aérea con la ciudad. Sin embargo, a pesar de las estrictas medidas, el coronavirus había traspasado fronteras y se había propagado por el mundo.
Mientras muchos países siguen luchando contra el COVID-19, se podría decir que China ya tiene la propagación de la enfermedad controlada. El país ha registrado oficialmente poco más de 96.000 casos confirmados y 4.782 muertes por coronavirus frente a más de 20 millones de infectados y 347.870 muertes en EEUU, el país más afectado por la pandemia, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.