"Esta adenda negociada, que regirá durante la gestión 2021, permitirá maximizar las entregas de gas natural disponible al mercado argentino en atención a su demanda, sujeta a la temporalidad de verano e invierno", dijo YPFB en un comunicado.
El mejor precio compensaría las dificultades de la compañía boliviana para asegurar un bombeo mayor del hidrocarburo al mercado argentino, manteniendo la provisión pactada entre 9 y 20,4 millones de metros cúbicos diarios, volumen variable entre máximos en época invernal y mínimos en el verano.
24 de diciembre 2020, 18:54 GMT
El presidente de YPFB, Wilson Zelaya, en un reporte separado, consideró equivocados algunos informes de la prensa local que durante el último fin de semana indicaron que Bolivia habría accedido a rebajar el precio del gas que vende a Argentina, su principal comprador de ese producto junto con Brasil.
Según Zelaya, el precio se ajustará periódicamente tomando como referencia indicadores internacionales como el crudo WTI estadounidense y el Henry Hub del mercado norteamericano de gas, "asegurando que respondan al nivel de competitividad que requiere el gas natural boliviano en los mercados de exportación".
El ejecutivo señaló que tras un precio de 3,85 dólares el millón de unidades térmicas británicas (BTU) pagado por Argentina en diciembre pasado, el precio de enero es 4,51 dólares.
A este precio se agregarían 2,25 dólares por cada millón de BTU que sobrepase los máximos acordados.
Zelaya destacó que el acuerdo con Argentina garantiza un precio "muy por encima" el pactado en marzo del año pasado con Brasil por el entonces gobierno transitorio boliviano de Jeanine Áñez.
Por la exportación agregada de unos 40 metros cúbicos diarios de gas a Argentina y Brasil, Bolivia logró en 2020 ingresos de unos 2.000 millones de dólares, con una caída de aproximadamente 33% en comparación con 2019, según estadísticas oficiales.
Ese valor representaba un tercio de las exportaciones totales del país el año pasado, que cayeron en aproximadamente 25% a causa de la depresión económica global causada en parte por la pandemia de COVID-19.