España decretó el segundo estado de alarma en todo el país hasta el 9 de mayo para evitar la propagación del coronavirus. Al mismo modo, cedió competencias a las comunidades autónomas para que mientras tanto, las que quisieran pudieran confinar sus territorios o parte de ellos. Castilla y León, al igual que otras comunidades, ordenó el cierre perimetral hasta el 10 de enero de 2021, pero en vista al empeoramiento de sus datos de contagio en las últimas semanas, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha decidido prorrogarlo durante todo el estado de alarma.
La decisión, que entrará en vigor el 8 de enero, se produce horas después de que el ministro de Sanidad español, Salvador Illa, rechazara el confinamiento domiciliario que solicitó el gobierno autonómico. Esta medida supone para las provincias de Ávila, Segovia y Palencia, que no se puedan abrir locales de hostelería y restauración, excepto para servicio a domicilio o en terrazas, así como el cierre de grandes superficies comerciales, instalaciones deportivas y salas de apuestas y bingos durante las próximas dos semanas.
Asimismo, el presidente de la Junta ha indicado que en la actualidad todas las provincias se encuentran en nivel 4 de alarma, pero son las de Ávila, Segovia y Palencia las que más preocupan dada la "alta ocupación" de camas de hospital y la "acusada velocidad" de la pandemia por lo que se han adoptado estas medidas adicionales. Además, para toda la comunidad se mantiene el toque de queda entre las 22 horas y las 6 de la mañana, y las reuniones de hasta seis personas como máximo.