"No es posible entablar el diálogo con la India hasta que se restaure el estatus autónomo de Jammu y Cachemira. No tenemos relaciones hostiles con ningún país, excepto con la India, que está tratando de desestabilizar a Pakistán", dijo Khan citado por el periódico The Hindu.
Una nueva espiral de tensión se desató entre Pakistán y la India después de que este último país aboliera la autonomía del estado de Jammu y Cachemira y aprobara su división en dos territorios desde el 31 de octubre de 2019 —uno Jammu y Cachemira y otro Ladakh— administrados directamente desde Nueva Delhi.
Las tropas de los dos países están separadas por la llamada Línea de Control, una frontera que carece de reconocimiento internacional y en la que se registran frecuentes incidentes.
En Jammu y Cachemira, el único territorio indio en el que los musulmanes representan mayoría, operan grupos separatistas que abogan por la independencia o la unión con Pakistán.
Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar a esas milicias, particularmente al grupo Jaish-e-Mohammed (JeM, designado terrorista por varios países), alegación que los pakistaníes rechazan.