El récord anterior era de 70 metros. La deportista lo batió en el lago Baikal, el más profundo del mundo ubicado en Siberia.
En el momento de la hazaña, la temperatura del aire en la región del Baikal era de 22 grados centígrados bajo cero, y la temperatura del agua rondaba los 0 grados. Ekaterina pasó más de un minuto en el agua sin subir a la superficie.
La nadadora sudafricana Amber Fillary había establecido el anterior récord mundial de 70 metros en Noruega en el 2020.