Desde que falleció su tío con coronavirus, José Martín Chávez Enríquez cuenta que ha perdido al menos 16 familiares que se contagiaron en ese encuentro llevado a cabo en el municipio de Cuautitlán Izcalli, en México.
"El virus arrasó, acabó con casi toda la familia. Se fueron enfermando y muriendo. Mi mamá de 62 años estuvo en cama, pero se puso grave y la tuve que llevar al Hospital Vicente Villada y no logró sobrevivir. La incineré y tengo sus restos en mi casa porque ni tiempo tuve de ir al panteón", relató en una entrevista con El Milenio.
15 de enero 2021, 17:19 GMT
Añadió que su abuelo y tres tíos también fallecieron con el virus que no solo trajo desgracia a toda su familia, sino altos gastos económicos que se repartieron entre los familiares para luchar hasta el final por la vida de sus seres queridos.
El virus también sigue golpeando a José Martín en lo económico, pues ya no cuenta con la entrada de dinero que tenía antes de la pandemia porque su spa permanece cerrado por las restricciones.
A pesar de la desgracia que se instaló en su familia, José Martín confesó que está agradecido con Dios porque no se enfermó en el velorio. Al mismo tiempo, llamó a la sociedad a que se cuide y proteja del virus.