Según el organismo, un total de 1.620 efectivos se implicaron en el operativo Eren-4 en el distrito de Karliova, provincia de Mus, y 2.550 más, en el operativo Eren-5, en la provincia de Mardin, en el sureste de Turquía.
Fundado en la década de 1970 como un partido de extrema izquierda, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) luchó con las armas en la mano contra el Gobierno de Ankara durante décadas, reclamando la creación de una autonomía kurda en el sureste de Turquía.
El conflicto causó más de 40.000 muertos, según algunas estimaciones.
Un acuerdo de alto el fuego logrado en 2013 se vio abortado dos años después, tras varios meses de creciente tensión que la ofensiva yihadista contra la ciudad de Kobani provocó en zonas kurdas a ambos lados de la frontera turco-siria.
Desde el reinicio del conflicto armado con el PKK en Turquía, en julio de 2015, en los ataques de los rebeldes kurdos fallecieron más de 900 militares y policías, así como unos 500 civiles.
Según el Ministerio de Defensa turco, las fuerzas de seguridad abatieron durante ese período a más de 10.000 miembros del PKK.
En el norte de Irak se encuentran las bases de la guerrilla kurda, contra las cuales van dirigidas las operaciones aéreas y terrestres de las fuerzas armadas turcas.