Una entrevistada en la BBC se ha convertido en trending topic y no precisamente por el contenido de sus palabras. Más bien ha sido la decoración de su habitación lo que ha acaparado todas las miradas.
Amos contó que tenía dos trabajos durante este periodo el año pasado, pero que lamentablemente perdió los dos debido a razones relacionadas con el COVID. Uno de los trabajos fue en un bar en Cardiff del que la despidieron durante el primer encierro. Su otro trabajo era como investigadora para la Universidad en la misma localidad, pero la despidieron en diciembre.
Sin embargo, sus palabras se quedaron en un segundo plano ya que los ojos de los espectadores solo podían sentirse atraídos por la imagen que se veía detrás de su espalda. Un aparente juguete sexual estaba colocado junto a sus libros en una estantería, lo cual se convirtió en un tema de conversación viral en todo el mundo.
Algunos incluso afirmaban que ese sería el fondo que utilizarían en sus videollamadas a partir de ahora. A medida que la gente iba observando el peculiar decorado, se dieron cuenta de un detalle más no menos embarazoso: dos manchas con forma de manos ensangrentadas en la puerta.
Tras la polémica, la madre de Amos dijo en declaraciones a un medio británico que aún no había hablado con su hija sobre el aparente artículo erótico, pero que no estaba avergonzada y que no le pediría explicaciones.