El hombre moderno apenas puede imaginar la vida lejos de la civilización, especialmente a una edad avanzada. Pero Lubov Morejódova, de 79 años, vive sola en un pueblo del Baikal, y los patines son su único medio de transporte en invierno.
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La jubilada Lubov Morejódova, conocida por sus amigos como 'baba Luba' (abuela Luba), ha vivido toda su vida en su pueblo natal.
© REUTERS / Yuri Novikov
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Aprendió a patinar en su infancia y luego se dedicó a esta afición durante toda su vida. Hasta el día de hoy usa los patines viejos, las cuchillas que se atan al calzado.
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Cuando en los años 1950 comenzó la construcción de la central hidroeléctrica de Irkutsk, en el río Angará, que sale del lago Baikal, los habitantes del pueblo recibieron otras viviendas, pero la familia de Lubov Morejódova decidió no abandonar su hogar. En la foto: Lubov Morejódova martilla el hielo para obtener agua del lago Baikal
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Al jubilarse, baba Luba regresó a su pueblo natal de Irkutsk donde trabajó toda su vida. Sus hijos y nietos viven en la ciudad. Su marido murió en 2010, así que se quedó viviendo sola.
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Sin embargo, sus parientes y amigos no la olvidan. A menudo recorre 16 km de ida y vuelta en sus patines para visitar a sus amigos del pueblo vecino.
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Baba Luba no tiene tiempo para aburrirse: la granja, cuya parte principal es el ganado, requiere mucho tiempo y esfuerzo. En la foto: Lubov Morejódova fuera de su casa en la orilla del lago Baikal
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Baba Luba vive en armonía con el mundo que la rodea y disfruta cada día de su vida.
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Baikal, unos viejos patines y una pequeña granja son todas sus riquezas. No obstante, Baba Luba no quiere cambiar su vida por otra.En la foto: Lubov Morejódova patina por el hielo de Baikal
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